Te digo con qué equipaje viajo y sabrás qué tipo de viajera soy

La verdad es que he tenido la oportunidad de viajar bastante y eso por supuesto influyó en mi estilo. La moda, los paisajes y el arte de otros lugares enriquece nuestro sentido estético. Hoy me gustaría hablar de la previa a los viajes, ese momento que me encanta, cuando todo está por comenzar (como los viernes a la tarde, la víspera de los buenos momentos que nos trae el fin de semana). Todo es un preparativo para la diversión que nos espera, es como empezar a viajar con la cabeza.

Para iniciar esta aventura me gusta hacer una listita. Aclaración: los diminutivos en esta nota son solo a modo cariñoso y no a escala real, cuando me refiero a valijita, bolsito o ropita, siempre cuadripliquen el tamaño. Hecha la salvedad vuelvo a mi lista, en este resumen imprescindible, incluyo lo que tengo que llevar según el clima al que voy, los días de viaje y también a los infaltables, todo lo que no quiero dejar en casa, solo porque son cositas lindas. Es así, cuando estoy de viaje, al igual que cuando estoy acá, me gusta vestir cosas lindas, nada de ropa cómoda o práctica, "antes muerta que sencilla".

Packing day

Después empieza el “ritual sagrado de reconocimiento de elementos y composiciones”, o sea saco toooodo el placard, lo pongo en la cama y armo conjuntos preparando posibles combinaciones, este procedimiento puede comenzar hasta tres días antes de viajar dependiendo de la ansiedad por saltar a la aventura.

Mi plan es, siempre, llevar algunas prendas comodines como un Jean, para usarlas en más de una oportunidad con varios accesorios distintos y así crear diferentes looks, pero hay muchos integrantes de mi guardarropas que no pueden dejar de venir conmigo. Imaginen si surge una cena formal y yo no tengo nada que ponerme!! Qué hago?? Hay que estar preparadas para todos los escenarios.

Oh la la París! Mis valijas y Yo

Luego voy estirando en la valija todo, poniendo los zapatos o abrigos en la parte de abajo y arriba remeritas y otras cositaaas (pueden ser muuuchas cositas). Pero siempre siempre dejo un espacio para traer algún recuerdito o un nuevo integrante al placard. Por último me gustaría darles un consejo, pongan en la valija toodo lo que tengan ganas y las haga sentirse seguras, pero con la precaución de ser capaces de moverla ustedes mismas, a veces ni los príncipes azules, ni los caballeros andantes dan abasto con todo el peso de nuestras preciadas posesiones.

Nunca es demasiado el rosa para viajar

Nos vemos en el vestidor