miércoles, 11 de mayo de 2011

Flora y fauna del mundo percheril

Quiero compartir algunas reflexiones basadas en experiencias de campo, sobre el comportamiento femenino en su hábitat natural (el shopping).

Primero me gustaría hablar en nombre de muchas.¿Qué pasa con los hombres dentro de la zona de los probadores? Nos molestan e inhiben. ¿Es necesario que algunas de nuestras congéneres compartan el paseo con tanta pasión con sus parejas y los sumerjan en de los probadores?? Como siempre digo, "mantengamos la magia!!" hay territorios que es mejor no compartir.
Otro factor que nos afecta y casi puede llegar a ser definitorio en la compra: es la “atención que nos brindan las vendedoras”. Ellas deberían manejarse en un sutil equilibrio para que podamos salir airosas. No es bueno que para ellas seamos transparentes pero, que nos traten de vender todo el local, tampoco. 
Yo personalmente soy de la raza de “shopper solitarius”, vendedoras mantenerse a distancia, que el trato sea el mínimo indispensable como para que no me vaya sin pagar y que las prendas me las lleve dentro de un lindo envase contenedor.
Por otro lado, la música punchi, dejémosla para el boliche!!, yo sé que estamos preparadas para comprar en todas las condiciones pero, si el ruido es enloquecedor, no hay compradora que aguante, salvo, que vayas tan preparada que tengas en la cartera tapones para los oídos.
Y otro tema clave “la luz”, no puede ser que nos pase que salgamos de un local creyendo que compramos un blazer azul y resulta que es verde! Esto genera una gran desilusión y graves trastornos. ¿Qué hacemos sino tenemos con que combinarlo?
Por último quiero hacer mención a una "no rara avis" de la fauna compreril. Y cuéntenme si nunca se cruzaron a "la perchis rapazis". Cito un ejemplo verídico: Estaba paseando por las calles de Madrid (dato que muestra que no es solamente autóctona, sino que la podemos encontrar en otros ecosistemas), entro en un negocio y empiezo mi búsqueda, pasando rápido las perchas...escaneando cada prenda con la precisión de una cajera de supermercado, hasta que siento una presencia que me acecha y que SISTEMATICAMENTE va agarrando todo lo que yo suelto. Entonces empiezo a elegir algunos "imponibles" para probar la reacción y el resultado tal como sospechaba es siempre el mismo, agarra todo lo que dejo!!!! Hasta esa falda floreada que ni para ir al living de mi casa me la pondría!!!
Conclusión, estoy definitivamente frente a un ejemplar adulto de esta especie. ¿Cuál es mi recomendación?, estar atentas si encuentran a una, porque si sueltan la percha y después se arrepienten.... puede que no haya otra en el depósito!!!....Ah! Pero es mi deber aclarar, todas en algún momento somos un poco en “perchis rapazis”, es parte de la ley de la "selva shopineril”.
Seguramente al leer estas líneas sientas que algo de lo que escribo te pasó alguna vez. Sinceramente debo confesar que mi "modesta" experiencia de shopper no se detiene ante estas nimiedades, pero levanto la bandera de las que necesitan mejores condiciones para desarrollar este gran deporte.
Nos vemos en el vestidor

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